Busca debajo de mi alfombra

23 abril 2010

Extinción

Es demasiado difícil no pensar cuando realmente lo único que quieres hacer es pensar, no hablar cuando lo único que necesitas es hablar, no llorar cuando lo único que necesitas es llorar, no reir cuando lo único que necesitas es reir. Sin embargo, cuando se junta todo esto lo único que quieres es dormir, oh si! A quién no le gusta dormir? A mi desde luego me encanta, olvidarme de todo, tener sueños eróticos, otros no tan eróticos, pesadillas, oh dios mio! Las pesadillas son lo mejor del mundo, imágenes creadas por nuestro cerebro para enseñarnos que hay más de lo que podemos ver en nosotros mismos.

Le tienes miedo a los kiwis lo sabías? No lo sabías? Tu cerebro lo sabe y tendrás pesadillas. Aunque igual es que no me has entendido, no, no estoy hablando de esa fruta marron y peluda por fuera a la par de verde por dentro, esa fruta alopécica que va soltando esos pelillos por todo lugar por el que pasa y que todos, alguna vez en nuestra vida, hemos tenido la mala suerte de ingerir uno. Consecuencia? Te pica la lengua durante horas.
No venían por ahí los tiros, no no no, los kiwis son esos animales pequeñitos, uno de los últimos seres que Dios creó ya con pereza, y al cual no prestó demasiada atención. Para que os hagais una idea, un kiwi tiene lo mejor y lo peor de cada casa, asi es, que este animal se define como un ave con alas, no volador, sin pluma, que pone huevos mas grandes que el bicho en sí, y vive en cuevas. En conclusión, un homínido que se quedo a mitad de camino en la evolución.

Como el caso del dodo, ese cruce entre velocirraptor y la gallina turuleca, otro animal dejado de lado por nuestro señor creador. Según dicen era una paloma que se canso de volar, se posó en un árbol, la rama rompió, calló y le dió pereza volver a subir. Quién tuvo los santos cojones de extinguir a ese bicho? Es una paloma gigante con cara de lagarto. Todavía no he visto a nadie que se atreviera a plantarle cara a una de las palomas de la Gran Vía, pero si hubo quien tuvo los cojones de ir hasta el sur de África para perseguir un animal que no hacía daño a nadie hasta su extinción.

Para todos esos hijos de puta que van de caza por mera diversión.
Espero que un kiwi os pique la lengua hasta que reventeis.

1 comentario:

  1. Me encanta el gilipollas que fue poniendo pésimo en todos ;)
    Vergüenza ajena.

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