Busca debajo de mi alfombra

21 marzo 2010

Como la vida misma

¿Nunca te ha pasado que has quedado en un sitio y cuando estás llegando (tarde, como siempre) tienes que llamar para asegurarte de donde era? ¿Cuántas veces al día ves el reloj sin fijarte en la hora que es? ¿No es más cierto que cuantas mas ganas de ir al baño tienes, más rápido bebes?

Todo esto sin mencionar lo difícil que resulta mantener el sueño activo mientras suena tu móvil, esas ganas irreflenables que se apoderan de ti con la única intencion de tirar el dichoso aparatejo contra la pared pero en el último momento te das cuenta de que guardas una foto muy graciosa así que toca pagarlo con el cabroncete que te está llamando:

Contestas al teléfono y lo primero que haces es mandar a esa persona a ese sitio que ya todos conocemos, tan desagradable a la par que cotidiano, dónde más de una vez nos han mandado de visita, sí, ese sitio que empieza por 'M' y acaba por 'useo'.
La primera cosa que entra por tus oídos son carcajadas y una voz temblorosa que intenta vocalizar:
- 'Te he despertado?'.
- Noooooo...! Es que tengo a Falete por la otra línea y no supe diferenciar mi politono de Los Caños con su estómago!
En este momento es cuando miras el reloj, 'Buff... las 8 de la mañana...' y escuchas algo que rompe tus esquemas 'Quedamos a las 7 para tomar unas cañitas?'.

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